Las vallas que nos saltamos

LAS VALLAS QUE NOS SALTAMOS

Algunas voces, que se identifican como el tarro de las esencias patrias, aseguran que cada año miles de forasteros tratan de saltar a nuestro país con la intención de invadirnos, de dejarnos sin casa ni trabajo o incluso matarnos en el intento. Sus gritos, curiosamente, no son coincidentes a la hora de condenar otras invasiones que ellos mismos jalean como los que más sobre la superficie nacional.

 

Hay que decir, en su disculpa, que es fácil mirar hacia otro lado en este último caso, porque ¿A quién le molesta construir viviendas pegadas al mar, o a un pantano?¿Le quitan dinero a algún sufrido ciudadano? ¿Le enturbian algo en su vida diaria? Vale, igual en un Parque Nacional es un poco pasarse pero ¿En las orillas de un anónimo río?  ¡Hasta son nuevos puestos de trabajo!

 

Desgraciadamente la naturaleza, esa valla invisible que con tanta frecuencia nos saltamos viene a recuperar con su sitio con eventos climáticos que cada vez nos visitan con más frecuencia. En la mente de todos, el verano de 2021 y las brutales inundaciones que sucedieron en  Alemania entonces, que dejaron más de 200muertos en un país nada sospechoso de mirar para otro lado en la construcción de infraestructuras.

 

La lección que nos llegaba desde el Norte de Europa era clara: Ojo con viviendas o comercios en el espacio natural de un curso fluvial. Tarde o temprano la naturaleza trataría de recuperar lo suyo de algún modo.

 

Sólo 2 años después, en junio de 2023, una bestial tormenta veraniega de piedra y granizo como pocas hemos conocido barría La Rioja con hasta 100 litros de agua. Los agricultores, temblaban, no sin razón, por el futuro de sus cosechas.

 

Aceleración de los acontecimientos…¿Y un cambio?

El cambio climático que está trayendo estos eventos es un hecho avalado por los científicos que solo podemos frenar con un cambio de hábitos a nivel personal y gubernamental que no podemos frenar. Y es que las fuertes tormentas veraniegas de granizo, extrañas hasta hace poco hacen sino aumentar en potencia e intensidad con los años

 

 

Por fortuna no hubo que lamentar daños personales pero si cuantiosos materiales en construcciones de Huercanos y Uruñuela, muchas de ellas peligrosamente situadas en la vera del Rio Najerilla.

 

Un momento…¿A quién le importaba eso de construir al lado de un río?¿No decíamos que eso daba trabajo, activaba la economía y al sector de la construcción?A medio-largo plazo vemos los problemas de jugar a ese diabólico juego que por esta vez y a diferencia del caso alemán no se cobró ninguna diferencia victima mortal.

 

En estas mismas fechas ha tomado posesión un nuevo Gobierno en La Rioja y como todo debutante le suponemos con una ilusión extra por hacerlo bien. Evitar las tentaciones de autorizar construcciones donde no corresponde o en definitiva saltar las vallas que nos pone la naturaleza sería una buena brújula para empezar