Más de 10.000 personas solicitan la protección del zorro en la Rioja
El zorro rojo o común (Vulpes vulpes) es una de las dos especies de cánidos salvajes presentes en la España peninsular. Esta especie de zorro vive en casi todo el continente euroasiático y es el mamífero salvaje de más amplia distribución en el mundo, tras el ser humano. El motivo principal de la persecución desmedida del zorro tiene sus raíces en una incierta mala fama derivada de prejuicios hiperbólicos de algunas zonas rurales, así como en las campañas pre-democráticas de incentivos por el control letal de las mal llamadas alimañas, todo lo cual contrasta con la importancia sociocultural que atesora la especie y sus hazañas recogidas en forma de fábulas, imaginario popular, etc. Los cazadores le persiguen, a su vez, por el presunto impacto de este carnívoro sobre algunas especies cinegéticas, particularmente, en los efectivos de las poblaciones de conejos, liebres y perdices. Sin embargo, el factor del declive principal de las poblaciones cinegéticas de caza menor no son los depredadores, sino el manejo perverso de los hábitats por actividades agroganaderas intensivas, la caza abusiva, las enfermedades y las condiciones climáticas adversas.
Todos los trabajos científicos modernos sostienen que poblaciones de zorros proporcionan servicios ecosistémicos de incalculable valor en un escenario en el que es acuciante la correcta gestión para la preservación de la biodiversidad. Su rol como dispersores de primer orden de semillas proporciona en áreas antrópicas y fragmentadas el mantenimiento de la diversidad genética de las poblaciones de vegetales, restaurando un flujo génico en ambientes en el que sería escaso o inexistente. Este cánido salvaje forma parte de la estampa habitual de nuestros paisajes, es una especie clave ecológicamente para el control de insectos, roedores y crías de pequeños ungulados (como las de corzo y ciervo), constituye un regulador natural de una amplia variedad de organismos que potencialmente pueden causar epizootias y hasta un escudo contra pandemias. El zorro es el mejor raticida natural y gratuito para los intereses agrícolas, ya que una familia entera de este animal puede consumir miles de ratones cada temporada. Además, no necesita acciones humanas para su control poblacional, porque como todas las especies, tiene depredadores naturales (búhos y águilas reales, lobos, entre otros) y numerosos factores de mortalidad no natural provocada por la presión humana creciente (atropellos, caza ilegal, ataques de perros, etc.).
De cualquier estudio riguroso, cabe deducir que no existe una clara necesidad de gestión cinegética generalizada del zorro en España, al menos en cuanto a conflicto por recursos con el ser humano y que en todos los planes de ordenación cinegéticos se omiten los valores ecosistémicos clave que proporciona. El tamaño y las tendencias poblacionales son desconocidos en el territorio de La Rioja por la ausencia de trabajos que así lo acrediten, aunque se reconozca que la población de zorros se encuentra actualmente extendida de forma generalizada. Pero la sociedad riojana del siglo XXI demanda un cambio de paradigma en la gestión de nuestra fauna salvaje, y la consideración de la caza como herramienta prioritaria de gestión es un asunto temerario por la importancia ecológica y los servicios que nos proporcionan algunos animales, como los zorros. Más de 10.000 personas han apoyado la campaña de change.org emprendida por Amigos de la Tierra de La Rioja demandando el cese de la caza del zorro. Países como Luxemburgo tienen vedada la caza del zorro. Desde nuestra organización solicitamos la inclusión de oficio del zorro rojo (Vulpes vulpes) en el Anexo del borrador de “Ley de Biodiversidad y Patrimonio Natural de La Rioja” que desarrolla el “Listado Riojano de Especies en Régimen de Protección Especial”, por los servicios ecosistémicos y el valor cultural de la especie. Solo así el Ejecutivo de Andreu y la Consejería de Dorado demostrarían un compromiso real y efectivo en la conservación de nuestro patrimonio natural.
En Logroño, 19 de febrero de 2022