Desastrosa gestión de la caza menor en La Rioja por el incumplimiento de pautas sostenibles de ordenación del territorio del Gobierno de la Rioja en décadas

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La transformación e intensificación de los usos y actividades humanas agropecuarias (cultivo de vid, empleo masivo de fitosanitarios, ganadería intensiva, etc.) conduce a la pérdida directa de hábitat y de su calidad en el Valle del Ebro, lo cual ha supuesto una caída en picado de las capturas letales de especies de caza menor como la codorniz, perdiz roja y liebre, y a la proliferación parcial y por zonas de otras, como los conejos, que no son atajadas por el Ejecutivo riojano con medidas proactivas como la veda a la caza y protección de sus depredadores, como el zorro, o el restablecimiento de otros en La Rioja, como el lince ibérico.

 

Especies de fauna salvaje que eran habituales y relativamente comunes en agrosistemas como la perdiz roja, la liebre o la codorniz son cada día más escasas. No es algo que lo sostenga una organización ecologista como Amigos de la Tierra La Rioja, ya que directamente seremos tildados de alarmistas y parciales, sino que lo dice el Gobierno de La Rioja a través de sus estadísticas anuales de capturas de caza, que son accesibles para cualquier ciudadano.

Las cifras absolutas no engañan para mostrar la situación de declive de las capturas de las antaño abundantes perdices rojas, liebres o codornices. Tampoco es que sea muy buena la situación de otras especies de caza menor forestales como la becada. Habitualmente desde el sector cinegético aluden a la falta de relevo de cazadores, pero esto lo que revela son malas praxis en la ordenación del territorio por pérdida directa y también de calidad de hábitat. Entre la agricultura intensiva con el empleo masivo de fitosanitarios, la destrucción de setos entre parcelas agrícolas, la falta de refugios para fauna y la caza se ha quedado un panorama desolador en el valle riojano del Ebro.

Ante esta situación desastrosa de nuestro medio natural es necesario adoptar medidas contundentes como:

  • Eliminación de la media veda.
  • Prohibición de la caza de Becadas, Perdices y Liebres.
  • Inclusión de oficio del zorro en el Listado Riojano de Especies Silvestres de Protección Especial, lo cual acabaría con la caza del zorro.
  • Obligatoriedad de recuperar setos entre parcelas agrícolas, incluso condicionando la percepción de ayudas de la PAC.
  • Disminuir el empleo de fitosanitarios.
  • Reducción de la temporada de caza menor y de días hábiles, para conjugar la conservación de las especies y los usos recreativos de la mayoría de ciudadanos que no son cazadores en la Rioja.
  • Adecuación y evaluación seria por el Gobierno riojano de los planes de ordenación cinegéticos de los cotos privados.
  • Respeto a espacios como ribazos y otros para que la fauna tenga algún espacio de refugo.
  • Recuperación de depredadores apicales como el lince para restablecer pérdidas ecológicas y dinámicas poblacionales de especies como el conejo.

Sabemos que tomando estas medidas la situación de las especies citadas será complicada, pero aun lo será más si no se adoptan. Es nuestra obligación moral permitir que en nuestra tierra se recuperen las especies silvestres y nuestro patrimonio natural, por ellas tienen el mismo derecho a estar aquí que nosotros/as.

Ya que la Consejera Noemí Manzanos se cartea últimamente con la Ministra de Medio Ambiente Teresa Ribera para pedirla medidas extemporáneas y de cara a la galería para contentar a varios sectores inmovilistas, Amigos de la Tierra La Rioja solicita al Gobierno de Capellán y Manzanos que escriba también a la Ministra para que se sume a las iniciativas estatales del Ministerio y regionales de otras CCAA anexas a la Rioja, como Aragón y Castilla y León, en aras a sumar a La Rioja a la restauración de ecosistemas y de creación de una metapoblación de linces ibéricos en el valle del Ebro a través de los programas Life LynxConnect. Eso demostraría una apuesta y un compromiso real con la pérdida de biodiversidad, incluida la de especies cinegéticas.

 

En Logroño, 11 de enero de 2024.