La CHE quiere despilfarrar 657.616 € de dinero público en intervenciones que degradan la calidad ambiental de hábitats y especies protegidas de riberas de la cuenca del Ebro en La Rioja, y ante ello, la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica, dice en un informe de evaluación simple y carente de rigor técnico, que si a todo, sin haber evaluado la afección a una centenar de especies protegidas por la legislación europea y nacional.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha realizado recientemente un proyecto, de 598 páginas, que incluye un borrador de pliego de prescripciones técnicas particulares para la ejecución de obras, bajo el eufemismo de mejoras ambientales, en distintos tramos de ríos de la cuenca del Ebro en La Rioja (Iregua, Najerilla, Tirón, Leza y sus afluentes), sobre hábitats protegidos de especies listadas y catalogadas en la Red Natura 2000.
Ese proyecto fue remitido el pasado 22 de septiembre del año 2021 por la CHE al Servicio de Conservación de la Naturaleza y Planificación de la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno de la Rioja para conocer la evaluación de las repercusiones ambientales. Para sorpresa de cualquier persona sensible en materia ambiental y conocedora del deplorable estado de conservación de nuestros ríos, el órgano ambiental competente regional se despachó favorablemente, con un informe de apenas 4 folios, a todas las actuaciones propuestas de la CHE, señalando escasas limitaciones físicas y temporales a las obras por la presencia de apenas dos especies protegidas (visón europeo y desmán ibérico), y afirmando, sin demostrar ni hacer una evaluación competente, que no se iban a producir afecciones significativas sobre hábitats y taxones de interés comunitario y que todas las actuaciones resultaban compatibles con los objetivos de conservación establecidos en los Planes de gestión y ordenación de los recursos naturales de espacios de la Red Natura 2000.
Nos llama la atención la simpleza argumental de nuestra administración regional a la hora de evaluar las actividades de impacto ambiental que propone la CHE sobre nuestros espacios y especies protegidos, por las siguientes cuatro razones:
En primer lugar, por su falta de diligencia con la sociedad civil, ya que no ha informado de ello en distintos órganos de participación, y ha tenido la oportunidad para ello, como en los Consejos Asesores de Medio Ambiente (al menos dos celebrados).
En segundo lugar, por el escaso rigor técnico y holístico en un informe administrativo de evaluación de los impactos al uso con una visión de conjunto propia del siglo XXI, porque esas obras afectan no solo a desmanes ibérico y visones europeos, sino también a muchas otras especies protegidas a nivel regional, nacional y europeo, y de forma significativa, sobre el castor europeo (Castor fiber) y a la nutria (Lutra lutra), por citar a otros mamíferos semiacuáticos igualmente protegidos. En tercer lugar, el Gobierno de la Rioja es conocedor del estado de conservación desfavorable e inadecuado de las dos únicas especies sobre las cuales ha mostrado reservas, y resulta que permite actuaciones humanas para degradar más aún ese estado de conservación, a pesar de que el mandato legal es el opuesto, el alcanzar un estado de conservación favorable.
En cuarto lugar, y más importante, porque aunque el informe de la CHE utilice eufemismos de “mejora ambiental” encubriendo limpiezas de márgenes que la Consejería de lo ambiental de La Rioja no ha atajado, nuestro Ejecutivo regional, en vez de abordar la necesidad de dejar más espacio a las depauperadas riberas (algo que la CHE no quiere abordar), tolera actuaciones que son contraproducentes, y que van a provocar numerosos efectos secundarios, todos ellos muy negativos, rompiendo puntualmente la dinámica hidromorfológica longitudinal, transversal y vertical, eliminando sedimentos y vegetación viva, las cuales está ejerciendo unas funciones de regulación en el funcionamiento, permitiendo la extracción de madera muerta, que también tiene una función fundamental en los procesos geomorfológicos y ecológicos, y perturbando el hábitat crítico de especies protegidas europeas. En definitiva, tanto la CHE como nuestro Gobierno, exhiben una visión del río muy primaria y obsoleta para el s. XXI, simplemente como conductor de agua de un punto a otro.
Los ciudadanos de La Rioja nos merecemos administraciones que velen de forma efectiva por el cumplimiento la legislación y por nuestro patrimonio natural en los ríos.
En Logroño, 16 de mayo de 2022.