Amigos de la Tierra La Rioja ha presentado alegaciones al proyecto de construcción de una planta de producción de hidrógeno renovable que pretende ubicarse entre los municipios de El Villar de Arnedo, Pradejón y Tudelilla. La asociación alerta del profundo impacto que tendría la instalación sobre un área reconocida por su valor agrícola y ambiental, sobre todo para las aves esteparias.
La ubicación prevista afecta directamente a un Espacio Agrario de Interés, concretamente el área esteparia del piedemonte de la Sierra de la Hez, según la propia Directriz de Protección de Suelo No Urbanizable de La Rioja. Este tipo de instalaciones están expresamente prohibidas en dicha categoría de suelo por su carácter industrial. Pese a ello, el promotor pretende avanzar con un expediente que ni siquiera cuenta con los informes municipales preceptivos sobre compatibilidad urbanística, una carencia que por sí sola debería invalidar el procedimiento.
La zona alberga especies de avifauna protegida (entre ellas el sisón común, en peligro de extinción), que dependen de estos paisajes agrícolas en mosaico para su reproducción, alimentación y campeo. El estudio de impacto ambiental reconoce su presencia, pero no evalúa las posibles zonas de cría, dormideros ni otras áreas vitales, ignorando los efectos sinérgicos de una instalación que, por su tamaño y funcionamiento, puede destruir hábitats clave o expulsar especies sensibles por la presión humana.
Amigos de la Tierra La Rioja también critica la falta de una autorización ambiental integrada, obligatoria para este tipo de industrias químicas, y un estudio de alternativas claramente deficiente: las tres ubicaciones propuestas se sitúan en un radio de un kilómetro y comparten infraestructuras, sin considerar opciones reales como el cercano polígono industrial de El Roturo. Este tipo de instalaciones, por su escala e impacto, deben ubicarse en suelos adecuados y debidamente urbanizados, como los polígonos industriales ya existentes. Implantarlas en espacios agrarios o de alto valor ecológico puede suponer un uso inadecuado del territorio.
Ignorar el valor ecológico y agrario de determinadas zonas a la hora de planificar infraestructuras puede provocar alteraciones irreversibles en los ecosistemas locales. Estas afecciones no solo impactan en la naturaleza, sino también en la calidad de vida de las comunidades rurales que dependen directamente de un medio sano y funcional. Amigos de la Tierra La Rioja exige la desestimación inmediata del proyecto y que se plantee su instalación en un polígono industrial.
17 de junio de 2025




Para remediar parcialmente esta situación, hemos elaborado este cuadro de síntesis con la información oficial publicada en el plan de recuperación de aves esteparias, incluyendo los objetivos de conservación fijados por ley, y hemos actualizado los datos disponibles a partir de dichas fuentes públicas, añadiendo una columna final para evaluar el grado de cumplimiento de dichos objetivos mediante iconos de satisfacción populares que reflejen visualmente dicho grado. Como se puede comprobar, el panorama es desolador para la mayoría de las especies objetivo, e incluso se ha reconocido la extinción del Sisón común (Tetrax tetrax) en sesiones pasadas del Consejo Asesor de Medio Ambiente. Por todo ello, creemos justificado afirmar que (a) la situación es mucho más grave y alarmante que la encontrada en el año 2015, y (b) que la aprobación del plan de gestión de aves esteparias no ha servido para mejorar el estado de conservación de dichos hábitats y especies, de lo cual el Gobierno de La Rioja es responsable único por su inacción,


Por todo ello, Amigos de la Tierra La Rioja reclama al ejecutivo regional la adopción de medidas urgentes con las aves esteparias:


Se trata de un hábitat de interés comunitario, escasamente representado en La Rioja, de sumo valor ambiental y raro en nuestra región, conformado por pastizales salinos mediterráneos. La legislación europea y nacional obliga que el estado de conservación de los hábitats y especies de interés comunitario sea favorable, algo por lo cual la administración riojana debería velar estrictamente, esa misma que tanto se jacta de proteger el territorio, salvo las zonas esteparias y salinas, y por eso, solicitamos a las administraciones competentes que actúen de inmediato, reparando el daño ambiental y restituyendo la zona a su estado original
Otro tanto sucede con el Águila perdicera (Aquila fasciata) reducida a tres escasas parejas, con graves alteraciones de su hábitat unas veces con instalaciones eólicas o solares, estas últimas próximamente se construirán, transformaciones en regadío… También tenemos que sumar el desinterés del Gobierno Regional por sumarse a proyectos LIFE sobre Águila perdicera. Dirán que otras autonomías no los llaman, pero eso solo se puede deber a su escaso interés.
Desde entonces he sido asidua en las visitas. Es un lugar maltratado en décadas pasadas, pero que se recupera con rabia, como suele hacerlo la vida. El carrizal propiamente dicho, reducto de vida acuática y de nidificación de numerosas especies (aguilucho lagunero, fochas, pollas de agua, garzas, martinete, avetoro…) y las tablas inundables aguas abajo, antiguos arrozales y cultivos de eneas, de una belleza impresionante pero delicada, de tierra salitrosa salpicada de precipitaciones salinas blancas como la nieve, matorral halófilo que solo crece en estas tierras salinizadas (fueron abandonadas para el cultivo por esta razón), y los airosos tamarices. Cigüeñuelas, andarríos, garcetas, avefrías…disfrutan de estas bellas y pictóricas tablas, al igual que algunos paseantes y ciclistas conocedores de la zona. Huellas de jabalí, corzo, zorro, garduña…. Lagartos ocelados tomando el sol….
valiosos. Lo conservador, puede ser lo más progresista. La energía solar tiene menos impacto sobre el medio, pero lo tiene. Y a pesar del retraso que llevamos, y quizá también por ello, debemos hacerlo extremadamente bien para no cometer errores irreversibles. Los paneles solares atraen a los insectos acuáticos que los confunden con agua por sus reflejos, depositan sus huevos, que no prosperan, lógicamente, con la consiguiente pérdida para la biodiversidad. El suelo bajo los paneles no solo pierde la cubierta vegetal, termina perdiendo también la fertilidad, y eso conduce a la desertización. El impacto es importante para flora y fauna. No se puede poner en cualquier sitio, no en un paraje que se ha reconocido de gran valor ecológico y merecedor de conservación y de protección. AÚN ESTAMOS A TIEMPO.





